Precisamente, con motivo del 500 aniversario de la toma de la ciudad, en 1987, y su incorporación a la Corona de Castilla, el antonces alcalde, Pedro Aparicio, trasladó esta fiesta al 19 de agosto. Lo que se había acordado como una decisión provisional, está a punto de cumplir 20 años.
Desde que la congregación de los Santos Patronos logró salir de su largo periodo de languidez administrativa, que no devocional, la recuperación del 18 de junio como fiesta local ha estado presente entre sus objetivos. No constituye su ‘leit motiv’, pero está claro que su instauración lograría realzar la festividad y, por tanto, permitiría un mejor conocimiento de ambas figuras por parte de todos los malagueños.
Se hace indispensable que se genere una importante movilización ciudadana que solicite la recuperación del orden perdido. Las cofradías pueden abanderar, junto a la propia congregración, esta petición legítima. La fiesta del 19 de agosto, además de artificial, pasa totalmente inadvertida por la propia Feria de Agosto, cuatro jornadas después de la solemnidad de la Asunción de María, el día de la Virgen. Una fiesta ‘perdida’ para la mayoría de malagueños, que eligen el octavo mes del año para sus vacaciones.
Devolver el carácter festivo al 18 de junio serviría, igualmente, para dedicar fiestas en honor de San Ciriaco y Santa Paula, con el consiguiente beneficio turístico y económico de esta iniciativa, siempre que se haga con criterio. Y como jornada de descanso laboral previa al periodo estival, que seguro sería mucho mejor aprovechada por los malagueños. Aunque estos se marcharan a la playa, siempre cabría la posibilidad de la pregunta que surge de lo extraordinario y se escapa de la rutina, que hace que la fecha pase ahora inadvertida: ¿hoy por qué es fiesta? Porque es el día de los Santos Mártires.